Los suelos de los locales representan una de las superficies mas importantes de la envolvente, por lo que sus prestaciones son determinantes del aislamiento térmico y acústico que pueden tener dos locales
superpuestos.
Para obtener un aislamiento que proporcione simultáneamente prestaciones térmicas y acústicas la única solución viable consiste en disponer de un suelo flotante sobre un aislante elástico URSA TERRA Sol colocado bajo el pavimento como intercalario elástico entre el forjado y el pavimento, que actúa como un muelle para amortiguar el ruido de impacto en los forjados. Ventajas:
Desde un punto de vista de protección acústica los suelos flotantes aportan una mejora al aislamiento al ruido aéreo y una reducción de la transmisión del ruido de impacto.
El aislante proporciona también una protección térmica evitando el “robo de calor” entre las viviendas.