El Elefante tiene una función de balanceo donde se desafía y estimula al niño mientras está sentado. Más tarde, el niño puede pararse sobre los pies del Elefante, lo que desafía el equilibrio del niño mientras está de pie. El Elefante también es bueno para acostarse, tanto cuando se acuesta boca abajo como boca arriba. Por último, pero no menos importante, puramente funcional, es una gran silla para sentarse, tanto para el niño como para sus padres.